El Ministerio de Empleo quiere aplicar una importante subida a las bases máximas de cotización a la Seguridad Social a partir de 2017 para aumentar los ingresos del sistema y poder cumplir así con el objetivo de déficit público para el próximo año del 3,1%, según ha podido saber CincoDías. El Gobierno, que estudiará mañana esta medida en el Consejo de Ministros, podría incluirla, al menos como recomendación, en el decreto de ajustes que aprobará para enviar a Bruselas.
En la actualidad, la base máxima de cotización está fijada para 2016 en 3.642 euros mensuales, por lo que todos los ingresos salariales que tiene un trabajador por encima de esa cantidad no cotizan a la Seguridad Social, lo que supone una pérdida de ingresos al sistema.
Ante esta circunstancia, los responsables de los Ministerios de Empleo y de Hacienda ultiman el porcentaje en el que se incrementarán estas bases. Todo apunta a que la subida podría estar en el entorno de los anteriores incrementos extraordinarios de estas bases que se produjeron en 2013 y 2014, cuando la cuota máxima aumentó un 5% cada uno de estos años.
No se trata, por tanto, de la primera vez que el Gobierno recurre a este mayor incremento de las bases máximas de cotización como recurso para aumentar de forma rápida los ingresos del sistema de pensiones. En 2013 y 2014 el incremento del 5% de las bases máximas supuso un aumento de la recaudación del entorno de los 600 millones de euros cada año.
En cualquier caso, la subida de estas bases se traducirá en un aumento de los ingresos de la Seguridad Social que dependerá de la intensidad de la subida que se acuerde.
No obstante, la medida supondrá un aumento inmediato de la recaudación pero, en teoría, debería generar mayores derechos de pensión a futuro para los trabajadores que cotizan por base máxima.
Colectivo afectado
Sin embargo, el Gobierno no prevé ahora incrementar proporcionalmente la pensión máxima –ahora fijada en 2.567 euros al mes– y trasladará esta posibilidad a los trabajos que está realizando la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo. En la actualidad, la relación diferencial entre la pensión máxima y la base máxima de cotización del sistema es un 15% inferior la primera y esta diferencia se ampliará previsiblemente con esta medida.
La medida, de aprobarse finalmente, afectará aproximadamente al 9% de los afiliados con rentas iguales o superiores a los 3.642 euros al mes. En concreto, según los cálculos elaborados por CC OO utilizando la Muestra Continua de Vidas Laborales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, hay aproximadamente 1,6 millones de afiliados con al menos un mes cotizado en base máxima, de los cuales 985.000 son hombres y 415.000 mujeres.
El colectivo de trabajadores de entre 41 y 53 años es el que concentra un mayor número de asalariados cotizando por base máxima, con casi 600.000 afiliados. Le siguen aquellos de más de 54 años, que suman casi 400.000.
En la práctica, la mayor parte de esta medida deberá ser costeada por las empresas, que abonan casi el 30% del salario bruto del trabajador a las arcas del sistema de Seguridad Social. Si bien los trabajadores que cotizan por base máxima también lo notarán en el sueldo neto, ya que aportarán a la Seguridad Social el 6,25%, porcentaje en el que está fijada su cotización, sobre una mayor base de su salario, que ahora escapaba a este gravamen.
Es seguro, por lo tanto, que esta medida no va a gustar a las empresas ni a sus representantes patronales, por el mayor coste laboral que deberán soportar. De hecho, el director de Relaciones Laborales de la patronal CEOE, Jordi García Viña compareció el pasado miércoles en la Comisión del Pacto de Toledo donde se mostró en contra de cualquier subida de cotizaciones (ya fuera de tipos o de bases máximas). En concreto, advirtió que, según los empresarios, dichas subidas de cuotas perjudicarían la creación de empleo y podrían generar también una disminución de los salarios, si las empresas deciden trasladar a los trabajadores el mayor coste laboral.
A vueltas con el ‘destope’
El incremento de las bases máximas de cotización está en la estela de quienes consideran que las rentas salariales deberían cotizar en su totalidad. De hecho, el PSOE, Podemos, los sindicatos UGT y CC OO y algunos de los expertos que ya han comparecido en el Pacto de Toledo habían propuesto la eliminación total de los topes máximos de cotización (lo que en el argot laboral se conoce como destope).
Haciendo que la totalidad de las rentas salariales coticen, la Seguridad Social experimentaría un extraordinario incremento de ingresos.
Distintas estimaciones consideran que en la actualidad existen más de 26.000 millones de rentas salariales que no están cotizando, por formar parte de salarios superiores a los 3.642 euros brutos mensuales. De esta forma, si se gravan estas rentas a los actuales tipos de cotización, supondrá un aumento de los ingresos de 7.577 millones de euros al año.
No obstante, destopar totalmente las bases de cotización implicaría necesariamente subir las pensiones máximas en una proporción suficiente para mantener la contributividad del sistema. Además, se trataría de una medida que solo se podría realizar de forma progresiva a lo largo de varios años o varias legislaturas debido al enorme aumento del coste laboral que supondría para las empresas, sobre todo.
FUENTE: CINCO DIAS
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